Día a día vamos llegando una a una, todas diferentes, cada una con su vida completamente distinta a la de la otra, pero que siempre nos reune en el mismo lugar. Es este lugar donde compartimos tantas cosas, acá en este lugar tan mio que me hace sentir como en casa...
llega la madre dedicada, la que piensa siempre en los demás con un canasto lleno de atenciones y dos teléfonos que no paran de sonar, el marido, el hijo, la hermana...
la dueña del príncipe azul, aparece cansada, acalorada, agitada por las actividades diarias, con una cartera de la que salen una infinidad de cremas y soluciones para los problemas de todas, sus visitas no duran mucho, en poco tiempo sale corriendo a atender los asuntos de su demandante príncipe azul...
la protagonista de
telenovela, hace su aparición siempre con el rostro expresando de la manera mas explicita su estado anímico que en un solo segundo puede cambiar de una sonrisa gigante a una expresión de total tristeza, siempre con relatos
telenovelescos de peleas, amores, pasiones,enfermedades terminales, triángulos amorosos, llamadas y mensajes misteriosos, y un sin fin mas de situaciones que nunca sabremos hasta que punto son reales...
y estoy yo, siempre estoy yo, escuchando y leyendo al mismo tiempo, dando consejos y brindando soluciones a todas, con la capacidad de hablar de cualquier cosa incluso de esos temas que desconozco totalmente...
no se si ellas vienen cada día a hacerme compañía o vienen a buscar mi compañía, pero el caso es que todos los días nuestras reuniones tienen un sentido especial, es una especie de escape, es el momento en el que hablamos de lo que nos pasa, de los problemas y las complicaciones diarias, de lo que sentimos y de todo lo que vivimos... un constante trastorno...
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